Question
La [blank_start]mayoría[blank_end] del tiempo notas que estás al mando de tu [blank_start]mente.[blank_end] ¿Quieres jugar con  bloques de construcción? Ahí está tu [blank_start]cerebro[blank_end], para que suceda. ¿Te apetece leer un  libro? Sabes cómo unir las letras y hacer que los personajes cobren vida en tu  [blank_start]imaginación.[blank_end]
Sin embargo, por la [blank_start]noche[blank_end] suceden cosas raras. Mientras estás en la cama, tu  [blank_start]mente[blank_end] te presenta espectáculos extraños, asombrosos y, en ocasiones, hasta  terroríficos.
Quizá te descubras nadando en el [blank_start]Amazonas,[blank_end] colgado del ala de un avión, haciendo  un examen de cinco horas con el profesor más estricto de todos, o atiborrándote a  gusanos. Cosas que reconoces de la vida real, y a las que quizá no sueles prestar  demasiada [blank_start]atención,[blank_end] tienen la costumbre de aparecer a todo color en los sueños: el  señor del quiosco de repente se convierte en el protagonista de unas vacaciones en
Zanzíbar. Un niño del colegio con el que no has  hablado nunca resulta ser tu mejor amigo en sueños.
[blank_start]Antiguamente,[blank_end] se creía que los sueños estaban repletos de señales sobre el [blank_start]futuro.[blank_end] Ahora, tendemos a  pensar que los sueños son la manera en que la mente  se [blank_start]reorganiza[blank_end] y se ordena después del ajetreo del día.
¿Por qué dan [blank_start]miedo[blank_end] algunos sueños? Durante el día, a veces pasan cosas que nos  asustan un poco, pero estamos tan ocupados que no tenemos tiempo de pensar en  ello. Por la noche, mientras dormimos y estamos a salvo, damos rienda suelta a  esos [blank_start]temores[blank_end]. También es posible que durante el día hayas hecho algo que te ha  gustado mucho, pero quizá tenías prisa y no has podido dedicarle mucho tiempo. Es  muy posible que vuelvas a vivirlo en sueños. En los sueños, podemos volver a  situaciones que hemos pasado por alto, reparar lo que hemos [blank_start]estropeado[blank_end], imaginar  historias sobre lo que nos gustaría, y explorar los temores en los que normalmente  intentamos no pensar.
Los sueños son más [blank_start]emocionantes[blank_end] y más terribles que la vida real. Demuestran que  nuestro cerebro es una [blank_start]máquina[blank_end] maravillosa, con poderes de los que normalmente  no somos conscientes cuando nos limitamos a usarlo para hacer los deberes o jugar  con el ordenador. Los sueños nos demuestran que no estamos completamente al  mando de nosotros mismos.