La materia es todo aquello que tiene masa y ocupa un espacio. En otras palabras, es todo lo que podemos tocar, ver, oler o sentir. La materia está compuesta por átomos, que a su vez están formados por partículas subatómicas como protones, neutrones y electrones.
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Clasificación de la materia.
La materia se puede clasificar en dos categorías principales: sustancias puras y mezclas.
Son aquellas que tienen una composición química definida y constante. Se dividen en:
Elementos: Sustancias formadas por un solo tipo de átomo. Ejemplos: oro (Au), oxígeno (O₂), hierro (Fe).
Compuestos: Sustancias formadas por la combinación química de dos o más elementos en proporciones fijas. Ejemplos: agua (H₂O), sal de mesa (NaCl), dióxido de carbono (CO₂).
Son la combinación física de dos o más sustancias puras. Su composición puede variar. Se dividen en:
Mezclas homogéneas: Tienen una composición uniforme en toda la mezcla. También se les conoce como soluciones. Ejemplo: agua salada, aire.
Mezclas heterogéneas: No tienen una composición uniforme. Se pueden distinguir fácilmente sus componentes. Ejemplos: arena y agua, aceite y vinagre.
Son mezclas homogéneas en las que una sustancia (soluto) se disuelve en otra (disolvente). Las partículas del soluto son muy pequeñas y se distribuyen uniformemente en el disolvente. Ejemplo: azúcar disuelta en agua.
Son mezclas heterogéneas en las que las partículas de una sustancia se dispersan en otra, pero no se disuelven completamente. Las partículas coloidales son más grandes que las de las soluciones, pero más pequeñas que las de las suspensiones. Ejemplos: leche, niebla, gelatina.