Oficio del Profeta

Es la dimensión más alta dentro de lo profético.

1 Corintios 12: 27-29
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?

En el cuerpo hay diversidad; no todo está conjugado en una sola persona.

Cada ministerio de oficio constituido por el Señor Jesucristo en Su condición de resurrección tiene un don “gracia ministerial” que lo acompaña.

· Un Profeta es el ojo y el oído de Dios, se constituyen en confidentes de Dios.

· Un Profeta tiene características de líder. Este tiene que mostrar seguridad, identidad; si no tiene identidad tiene que entrar en un proceso de sanidad y restauración.

· Si una persona tiene el llamado al oficio, no quiere decir que va a comenzar a funcionar de inmediato, sino que tiene que entrar en el proceso (sanidad, liberación, ministración de paternidad).

· Debe ser confirmado por las autoridades espirituales, y reconocido por los miembros de la congregación.
Es importante permitir que Dios complete el proceso y el tiempo determinado para funcionar con el oficio al que fue llamado.

· El profeta necesita un claro fundamento de la Palabra, porque todo lo que Dios revele tendrá que ser confirmado con la Palabra escrita.

· Los profetas siempre provocan el fluir del río de vida, para que rompan la adversidad o la oposición.

· Un profeta tiene la habilidad de cambiar el ambiente espiritual de tinieblas a luz.

· El Profeta tiene la autoridad dada por Dios para ir más allá de lo que es la edificación, exhortación y consolación.

· Un profeta tiene marcas y señales de restauración a donde quiera que va.

· Un profeta maduro siempre lleva restauración, porque él mismo ha sido restaurado.

· Un profeta corrige con la Palabra y vuelve a la gente al fluir divino porque está diseñado para que la gente cumpla su destino profético.

Un profeta puede traer dirección a una comunidad, un pueblo, una nación, no solamente a una persona y su mensaje es dado con autoridad para cumplir dos propósitos:

1. Destruir la obra de Satanás

2. Establecer el reino de Dios.

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1. Dimensiones del Campo Profético